Astrea de rodillas

 

Hace algunos días, la Corte Suprema de Justicia repitió el rito anual de elegir a quienes serán sus nuevas autoridades administrativas hasta principios del 2009.-

 

La primera mujer que ejerciera la Presidencia del Poder Judicial en el Paraguay, entregó el cargo, con un balance claramente deficitario en cuanto a independencia y eficiencia.-

 

Las expectativas iniciales, rápidamente se diluyeron, y el año que pasó tuvo como caso emblemático, la consagración de la impunidad respecto a los hechos de abril de 1996 y marzo de 1999, cuando, con el voto de su Presidente (¿Presidenta?), se otorgaron Habeas Córpus, que claramente no correspondían y se anularon condenas impuestas con justicia y legalidad.-

 

En este año de gestiones que cerró, la Dra. Alicia Beatriz Pucheta de Correa, la Administración de Justicia no fue distinta a las anteriores, los Jueces no fueron más honestos, las sentencias no fueron más sabias, no disminuyó la impunidad, no se incorporaron mejores funcionarios, ni se impartió justicia de mejor calidad.-

 

La administración de justicia en nuestro país, está poblada, en su inmensa mayoría, por “amigos”, débiles de espíritu, ineptos e incapaces, sometidos sin descanso al poder político de turno.-

 

El Poder Judicial debiera constituirse en el contrapeso de los demás Poderes del Estado, en instrumento de control de los demás funcionarios, en herramienta para preservar la paz social y consolidar el Estado de Derecho. Sin embargo, de manos de inescrupulosos políticos, jueces claudicantes y fiscales ineptos, todo esto está cada vez mas lejos.-

 

La esperanza inicial de que albergaran los Constituyentes en el año 1992, de diseñar un sistema legal que garantizase la capacidad, independencia e idoneidad de Magistrados y Fiscales, mediante una selección transparente y participativa, instaurando el Consejo de la Magistratura, e integrándolo con exponentes de todos los sectores que se suponen interesados en construir una Administración de Justicia eficiente, con el tiempo ha sido sepultado, y se ha convertido en un instrumento adecuado para designar a amigos, parientes y correligionarios, o cualquiera que fuera lo suficientemente obsecuente para garantizar la “retribución del favor” obtenido mediante su nombramiento.-

 

El Consejo de la Magistratura solo ha servido para convalidar pactos y acuerdos políticos, establecer cuotas de participación de los distintos sectores políticos partidarios con representación parlamentaria, y así conformar así, un Poder Judicial mediocre y sometido.-

 

El Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, tampoco se ha sustraído de la manipulación mas perversa, sirviendo de coraza protectora para Magistrados “amigos” y instrumento de castigo para los caídos en desgracia.-

 

Es absolutamente impensable suponer, que dos o tres jueces sometidos al Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, y uno que otro Fiscal separado de su cargo, sea suficiente para creer que las cosas pudieran haber mejorado.-

 

Los que tuvieron la mala suerte de ser sorprendidos por algún Fiscal valiente, de esos que por suerte –  también – existen (aunque son la minoría) no son los únicos que merezcan el procesamiento y la cárcel.-

 

Solo un necio podría creer que el Poder Judicial y el Ministerio Público se encuentra poblado por una élite intelectual, y sin embargo, el Jurado de Enjuiciamiento no registra entre sus fallos, destitución alguna fundada en la causal prevista en el inciso g) del Art. 14 de la Ley “Que regula el procedimiento para el enjuiciamiento y remoción de Magistrados” (ignorancia de las leyes en juicios, revelada por actos reiterados), por lo menos en los últimos años.-

 

Tampoco se recuerda que alguno haya sido sancionado por “...no conservar la independencia personal en el ejercicio de sus funciones y someterse, sin que ley alguna les obligue, a órdenes e indicaciones de magistrados de jerarquía superior o de funcionarios de otros poderes u órganos del Estado...” (inc. c, Art. 14, Ley Nº 1084), y sin embargo, nadie, en su sano juicio puede pretender que Jueces y Fiscales actúen con independencia, sustrayéndose de influencias políticas externas o internas.-

 

Durante el año que se cerró, bajo la Presidencia de la Dra. Pucheta de Correa, las cosas no fueron mejores que antes, y hemos tenido ejemplos claros y concretos de cómo se inclina la balanza al servicio de los intereses políticos o por la mera voluntad de los poderosos de turno.-

 

En el año judicial que se inicia, tampoco se vislumbra mejoría, cuando los mismos actores de siempre, a través de los mismos torcidos procedimientos, se preparan a llenar la vacancia registrada en la Corte Suprema de Justicia. Acuerdos, pactos y componendas habrán nuevamente de constituirse en el camino para designar al “más leal”, antes de procurarse el “más capaz”, pues ésta es la regla.-

 

Gracias a Dios, y casi como fruto del azar, existen algunos (pocos) Magistrados y Fiscales que, aún renunciando al derecho de ser promocionados o ascendidos, defienden su independencia personal y la moralidad de su vida pública y privada, constituyéndose en raras excepciones que confirman la regla.-

 

En la Mitología Griega, la Diosa Astrea (hija de Zeus y Temis) que era quien personificaba a la Justicia, vivía en la tierra durante la época dorada, pero cuando está se envileció, subió a los cielos, llevada por su padre, quien la situó entre las estrellas, con la balanza en la mano.-

 

La estatua de Astrea, erigida al frente del “Palacio de Justicia” en Asunción, tiene más simbología de lo que parece, pues si la miramos con detenimiento, veremos que está de espaldas al edificio, como si no quisiera enterarse de las tropelías que se cometen en su nombre, aunque en realidad, resultaría más gráfico y representativo de la lamentable realidad que vive la Administración de Justicia, si la misma estuviere de rodillas.-

 

jorge ruben vasconsellos

abogado